La familia Viganó, con raíces en Fiesole, en el corazón de la Toscana, siempre migró en busca de lugares en donde se sintiera cómoda. Es así como esta generación llegó a Carmelo, con la idea de hacer un lugar en donde propios y ajenos se sintieran cómodos, y que en definitiva sea un generador de anécdotas.
Un lugar al que uno llega por primera vez, pero se da cuenta que por acá ya estuvo. Una casa, una galería con una inmensa parra, un mesón con comida casera y honesta, fogones y vino. Muy rico vino.
Así, de esa idea simple pero brillante, nace CampoTinto en el año 2013.
Lo que empezó como una Bodega, terminó como toda una experiencia entre sus viñas, su Posada y el Restaurante.